Ubicada en pleno corazón del Desierto de Atacama, Calama es reconocida como la entrada a los paisajes más áridos y fascinantes del mundo. Su historia está profundamente marcada por la minería del cobre, con la mina de Chuquicamata como uno de sus íconos, considerada una de las más grandes a cielo abierto del planeta. Para los viajeros que buscan experiencias únicas, Calama ofrece un entorno natural impresionante: vastos salares, formaciones rocosas esculpidas por el viento y cielos despejados ideales para la observación astronómica. Además, su cercanía con San Pedro de Atacama la convierte en una base perfecta para explorar géiseres, lagunas altiplánicas y culturas ancestrales vivas.
Primavera a otoño (de septiembre a mayo), cuando las temperaturas son más agradables y las condiciones para actividades al aire libre son óptimas.
Varía entre 2 °C y 20 °C en invierno (junio a agosto) y entre 8 °C y 24 °C en verano (diciembre a febrero).